LA CALIDAD DECIDE

Buen partido del Belintxon ante un Altea que aspira a lo máximo (2-3)

          Se presumía un partido de máxima importancia para las aspiraciones de un CD Belintxon que de no lograr la victoria dejaría de optar al título y tras el resultado final el equipo local deberá pensar en otros objetivos de cara a la temporada. Comenzó el partido con dominio local, tónica constante en la primera parte, pero la efectividad visitante en ataque fue demoledora, consiguiendo dos goles con el mismo protagonista, Herbert Iwaszko, quien demostró que no necesita muchas ocasiones para demostrar su calidad. El primer gol fue un jarro de agua fría para el equipo blanquinegro, ya que prácticamente fue la primera llegada del equipo alteano a la portería de Pang, y el segundo gol al filo del descanso dejaba prácticamente sentenciado el marcador a pesar del dominio local en casi todas las parcelas del juego menos en la efectividad de cara al marco contrario. Mientras, el buen juego del Belintxon se vió una y otra vez frustrado en ocasiones que acababan fuera de los tres palos o atajados por el portero Alifonso Sáez, quien ofreció una demostración de colocación y reflejos y se convirtió en el jugador más importante (junto con Iwaszko) del equipo azulón. Con este injusto resultado de 0-2 se llegó al descanso.
     En la reanudación se esperaba la reacción de un Belintxon que debía intentar todo para acercarse en el marcador, pero desde el principio el equipo visitante se hizo con las riendas del partido y dominó en todo momento el balón, superando al rival en todos los aspectos del juego y gozando de claras oportunidades para finiquitar el partido, marrando incomprensiblemente en los últimos metros y reviviendo a un equipo local que consiguió acortar distancias a 10 minutos del final gracias a una genial jugada de Ruimonte, que tras conducir unos metros logró batir por fin al inspirado Sáez. Este gol dio alas al equipo blanquinegro, que olvídó por unos momentos la diferencia de calidad y se lanzó al ataque en busca del milagro, encomendándose a Ruimonte, único jugador que por clase está a la altura de los futbolistas del equipo rival, logrando provocar el delirio de la afición ya pasado el tiempo reglamentario con otra genialidad del goleador, quien lograba empatar el partido en una buena jugada. Y cuando todo parecía indicar que el resultado acabaría en empate, apareció el hasta ese momento desaparecido Elvio Olle y demostró que se puede pasar inadvertido durante 94 minutos y resolver un partido en una jugada, acertando en un mano a mano ante el portero local.
    Al final duro castigo para el Belintxon, consciente de que la tónica ganadora ha cambiado y desde hace un tiempo está en otro barrio. Los aficionados locales recordaron un partido de la temporada anterior con el guión cambiado, en el que dominó el Altea pero que en aquella ocasión, con gol logrado también en el tiempo extra, la victoria fue para el equipo belintxonero con el mismo resultado pero con diferente suerte. Y es que el equipo alteano lo tiene todo para firmar una temporada histórica: equipo, jugadores y, por qué no decirlo... la suerte del campeón